AGOSTO OCHO DEL MIL NOVECIENTOS SETENTA Y OCHO.
Eran aproximadamente las 10.00 AM estábamos un buen grupo de hispanos reunidos en un retiro espiritual a las orillas de un hermoso lago, era un lugar de campamentos, cerca de Chicago, IL. y un reconocido pastor de México exponía un poderoso mensaje basado en el Evangelio de San Marcos presentando a la persona extraordinaria de Jesucristo como el Siervo perfecto. El Espíritu Santo comenzó a tratar conmigo mostrándome una vez mas la oportunidad de tomar la decisión de servir al Señor de tiempo completo e inmediatamente se desató dentro de mi el conflicto de voces que me incitaban a desistir mostrándome la responsabilidad de mantener a la familia con cinco niños como ya había sucedido muchas veces antes, pero esta vez la voz del Maestro y Señor fue mas intensa y mas fuerte que nunca, y en medio de la reunión surgió un dialogo con EL. Le dije: Hoy descargo toda responsabilidad de provisión para toda la familia en todas nuestras necesidades sobre ti y descanso confiando plenamente en tu cuidado y sustento para todos nosotros. De mis hombros rodó una pesada carga y con una paz que sobrepasa todo entendimiento regresé a casa lleno de gozo y de entuciazmo. El día siguiente llegué a mi lugar de trabajo y hablando con el jefe y dueño le expliqué lo sucedido en mi viaje y la decisión de dejar mi puesto en su compañía, su primera reacción fue felicitarme y después mostró su inquietud por la necesidad de tomar a otra persona que ocupara mi lugar, yo le respondí que el día ocho de Setiembre el tendría cubierto ese lugar y todo estaría controlado por nuestro Padre celestial. Ese fue el anhelado día en que Dios abrió las hermosas puertas del servicio a tiempo completo! Dios es fiel, ya han pasado muy muchos años en los cuales puedo testificar de la grandeza de su amor y su tierno cuidado no solo conmigo mi esposa y los cinco hijos, sino que al tiempo de escribir estas bellas palabras estoy rodeado de muchos maravillosos nietos que sirven al Señor y aun biz-nietos que aman a su Señor y Salvador!
En el correr del tiempo nuestro Dios fue llevándonos a diferentes ministerios dándome la oportunidad de realizar varios viajes misioneros. A mediados del año 1989 viajé a la República de Honduras, estando en pleno vuelo, en un tiempo de oración comenzé a visualisar dentro de mi algo que me pareció extraño, tenía la visión de una gigantezca cadena que se extendía por la linea del Ecuador alrededor de toda la tierra. Sabía que no estaba soñando, ya que no estaba dormido. Sentí que era importante lo que se me mostraba. Busqué por algún tiempo en oración el poder interpretar y entender que significado tendría; un día leyendo el capitulo 7 de Ezequiel, cuando llegué al verso 23, fui profundamente impactado por el contenido de ese versículo, que literalmente abrió la puerta a un Nuevo ministerio. “Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia.” Esto me conmovió profundamente y humillado en su presencia traté de comprender que significaba en mi vida esta visión. Me di cuenta de que Dios estaba indicando algo muy especial. ¡Me mostraba la urgente necesidad de levantarnos en unidad a un llamado mundial de oración, intercesión y Guerra Espiritual! EL ESPIRITU SANTO REVELA EL PLAN COMPLETO. A los pocos días fui sorprendido por un llamado desde Los Angeles, California, invitandome a participar en el muy conocido internacionalmente Ministerio Evangelistico Alberto Mottesi como director cordinador de Oración e Intercesión, comenzando de esta manera el Ministerio C.I.D.I. Cadena Internacional De Intercesores. Dios me abrió grandes puertas para salir y viajar por todo el Continente Americano y visitar Europa, Asia, Africa y Australia.