¿Cómo puede superar la decepción una madre soltera?
Para comprender mejor la manera en la que la madre soltera deberá lidiar con la decepción, debemos ubicarnos en su contexto y el entorno bajo el que se convirtió en madre. Consideremos primero, que frecuentemente se trata de chicas muy jóvenes que no lograron terminar ni siquiera su educación media, y en algunos casos, probablemente dejaron truncada hasta su educación básica. Esta interrupción en su asenso académico, en la gran mayoría de los casos, se debió, precisamente, por el embarazo no planeado ni deseado. Y a pesar de que ella crea que su entrega sexual fue producto del amor a su entonces novio; un joven que calificaría todavía como adolescente, inmaduro, desempleado, desgarbado y sin meta ni propósito en la vida. Un muchacho que no podía, aún que quisiera, ofrecer un plan de vida a la joven adolescente. Esto complica la vida y la economía de la madre soltera, porque en la mayoría de los casos, es ella quien lidia sola con el peso económico que trae consigo la maternidad. Por otro lado, si nos concentramos en la evidente inexperiencia de la joven mujer, comprenderemos que ella se vio forzada a omitir etapas fundamentales de la vida como son: la adolescencia, la juventud y la soltería. Etapas que debieron desarrollarse de manera natural en tiempo y forma, y concluir como producto de la maduración física y psicológica, además de haber logrado cumplir con las exigencias de la formación académica y demás compromisos sociales, y por supuesto, después de haber experimentado los inicios frustrantes de la etapa del encuentro y todos los demás temas relacionados a la integración de la pareja. Procesos naturales que serán cambiados por la pesada carga de cuidar y velar por el buen desarrollo del pequeño que vino a truncar los planes de la niña convertida en mujer. El agotamiento físico y moral se sumará a la terrible decepción del abandono del muchacho que la embarazó y plantó, dejándola a la deriva. La desesperación de ver su vida transformada y su proceso de adaptación a la nueva circunstancia, harán que la chica busque mitigar el dolor emocional que todo esto le acarrea, buscará entonces algunas alternativas que podrían complicar aún más su vida. Pensemos en algunos caminos equivocados que son muy socorridos por la madre soltera:
De todos los métodos equivocados que algunas madres solteras toman para resolver la decepción amorosa, creo que el primer lugar se lo lleva la idea de un nuevo amor. Después de todo, es muy popular la idea equivocada de que «un clavo saca a otro clavo». Si la madre soltera toma el camino de la búsqueda de un nuevo amor, consideremos las posibilidades reales que ella tendrá para encontrar una nueva pareja que le ayude a lidiar con la decepción; primero, la transformación biológica que acompaña a la maternidad, será un factor determinante para que ella logre, de inmediato, encontrar un nuevo candidato, pero no un nuevo amor. La madre soltera es una mujer hermosa, sensual y muy deseable, porque la maternidad convierte a la joven madre en una mujer sexualmente «deseable», no para amar, sino para procrear. Por lo mismo, la popularidad de la madre soltera entre los jóvenes y adultos que la rodean, aumentará de manera considerable. Lo que la madre soltera deberá filtrar, es la intención que el nuevo candidato tendrá sobre ella. Son muchas las madres solteras las que han expresado, con un dejo de dolor, que desde que se convirtieron en madre, parece que llevan escrito en la frente o en la espalda: "Se busca pareja sexual." Y muchas chicas, presionadas por su nueva circunstancia, ceden a las peticiones sexuales de sus nuevos romances, repitiendo absurdamente el mismo evento que las convirtió en madres solteras, procreando a un segundo hijo que vendrá, como es de esperarse, a complicar todavía más la economía y las oportunidades de encontrar su anhelada estabilidad emocional.
Una segunda manera de lidiar con la decepción, serán las continuas salidas con las amigas. Después de todo, ella piensa que necesita un merecido descanso después lidiar y soportar las presiones de la casa, que se suman a las emociones que combaten en su interior. Salir. Sonreír. Descansar. Disfrutar. Todo lo que carece una madre sola. Pero esta segunda alternativa para manejar la decepción, podría resultar igualmente decepcionante. Porque si pensamos en el círculo de amigas que servirán de compañía a la madre soltera, sabemos que difícilmente será el mismo círculo de amigas con las que antes ella convivía, porque todas aquellas chicas que eran sus amigas, permanecen en la etapa natural de la soltería y la preparación escolar, y lo que menos quieren las chicas solteras en la preparatoria, es oír quejas sobre hombres que embarazan y abandonan; niños en pañales con las nalguitas rozadas, o platicar de la mejor opción de comida en lata que no produzca gases ni los terribles cólicos en los niños. El antiguo círculo social de la madre soltera está pensando en reuniones y ropa, antros de moda y fiestas de graduación, teléfonos y sus aplicaciones sofisticadas que tomarán las mejores fotografías, etc., por esto, el nuevo círculo de amigas de las madres solteras, serán mujeres que comparten las mismas circunstancias que ellas viven, mujeres que podrían ser otras madres solteras o mujeres divorciadas; mujeres, que en su mayoría se encuentran ocupadas en la constante búsqueda de un padre para sus hijos. Es la terrible decepción la que conduce a la madre soltera por las oscuras cavernas y pantanos cenagosos de la desilusión en el amor, cuando el objetivo de salir con este grupo de amigas, fue precisamente lo contrario, luchar contra la decepción amorosa.
La tercera manera equivocada y muy recurrente de manejar la decepción, es la negación. Se trata de un mecanismo de defensa que «protege» la estructura psicológica del desorden que se genera posterior a una ruptura. La chica se niega a aceptar que el sujeto la engañó; niega que el novio perdió todo interés en ella después de que resultó embarazada, se niega a vivir el proceso natural de duelo que sigue a la ruptura, se niega a aceptar la vida y su nueva circunstancia, niega su embarazo creyendo que las cosas cambiarán de manera espontánea, casi mágica, antes de que nazca su hijo. De ahí que el aborto sea el peor camino al que conduce la negación, desde el momento en el que la mujer cree que existe una alternativa para evitar la responsabilidad de ser madre, en su misma esencia, está negando la existencia de una vida en su vientre. Es definitivo que la negación tampoco es el camino adecuado para manejar la decepción. Si un nuevo amor no arregla el corazón, ni las continuas salidas con las amigas, y mucho menos la negación, entonces ¿cuál sería el camino adecuado para liberar al corazón del dolor tan agudo de la decepción que experimenta la madre soltera?