Introducción
“Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche. ¿Mientras me dicen todos los días Dónde esta tu Dios?” Salmo 42:3
¿Donde está Dios cuando mas lo necesito? ¿Porque clamo día y noche y no responde? ¿Se habrá olvidado de mi? Estas son preguntas que podemos hacernos cuando estamos atravesando tiempos difíciles; tiempos de angustia y clamamos al Señor desesperadamente y esperamos en el y simplemente la respuesta no llega. Porque Dios puede permanecer callado cuando mas lo necesitamos. Los tiempos mas difíciles para David no fue cuando el Rey Saúl quería matarlo ni tampoco fue cuando su hijo Absalón se levanto contra él, no fue la guerra en contra de los Filisteos. El tiempo mas difícil para David fue después que peco y Dios estuvo callado con el por un tiempo. El clamaba y gemía todo el día y Dios no le contestaba. El dolor mas grande que un hijo de Dios puede experimentar es el silencio de Dios. En las escrituras se registran varios periodos de silencio y cada uno puede ser con un propósito diferente. Este libro es el resultado de una prueba muy difícil que pase en mi vida. Es lo mas difícil que me ha tocado vivir en mi vida de cristiana. Mas de cuatro años de lucha: problemas de salud, problemas en la familia, emocionalmente me sentía derribada. Cada día era un día de lucha, tenia que fortalecerme en el Señor diariamente y depender de El para poder pasar ese día. Cada día buscaba su gracia para poder permanecer. Me llegue a sentir como Job y casi sin fuerzas para continuar, pero Dios nunca se olvida de sus hijos y el que confía en Jehová es levantado.
Dios puede permanecer callado por varios motivos. Cuando oramos Dios puede decir Si, puede decir no, puede decir espera, pero también puede permanecer callado. Y ese tiempo de silencio puede ser muy difícil para nosotros cuando estamos desesperados y clamamos a gritos y no hay una respuesta. Dios siempre escucha nuestras oraciones y mira nuestras acciones ya sean buenas o malas, pero puede callar por diferentes motivos: Dios prueba nuestra fe, puede ser un proceso donde Dios quiere pulirnos y sacar lo mejor de nosotros especialmente cuando le pedimos que queremos ser útiles para su reino. El silencio de Dios también puede ser el resultado del pecado, cuando hay pecado en nuestra vida contristamos el Espíritu Santo y no vamos a poder oír la voz de Dios como en el caso de David. David clamaba todo el día porque para el era terrible no escuchar de Dios.
Salmo 32:3-4 Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravo sobre mi tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Cuando Dios nos pasa por el desierto es porque quiere enseñarnos a depender completamente de el. Dios nos enseña a confiar en su gracia. Por medio de las aflicciones Dios nos ayuda a formar un carácter; el carácter de Cristo es perfeccionado en nosotros. Dios nos enseña a morir a nosotros mismos y vivir para el. Podemos llegar a sentirnos como el salmista desesperados o podemos aferrarnos fuertemente a sus promesas y a confiar en el. Esa confianza en él nos va a sostener en esos tiempos difíciles. Aunque Dios puede callar por un tiempo o por mucho tiempo, Dios siempre esta haciendo algo y lo mas importante en todo tiempo difícil es buscar cual es el propósito, debemos buscar que es lo que Dios me quiere enseñar en todo esto.
Dios permaneció callado con su pueblo por cuatrocientos años y eso no significo que se había olvidado de ellos a su tiempo levanto a un libertador. Levanto a alguien y lo uso para sacar a su pueblo del sufrimiento donde habían estado por muchos años. La lucha no termino para ellos cuando salieron de Egipto. Dios los paso por un desierto donde enfrentaron muchas dificultades y en medio de ese desierto conocieron realmente quien era Dios y tuvieron que aprender a confiar en el ya que no tuvieron otra opción. El desierto fue para ellos y especialmente para Moisés la mejor escuela y forma de conocer a Dios.
Le doy gracias a Dios por los tiempos de luchas porque me han ayudado a crecer, pero sobre todo me han ayudado a tener una dependencia mas total en Dios. Le doy gracias a Dios porque me sostuvo y no perdí mi fe, tuve temor de perder la fe, pero Dios me sostuvo y fortaleció mi fe. Dios siempre nos va a dar de su gracia y su favor para seguir caminando si en lugar de desesperarnos buscamos su presencia. Cuando sentía que ya no podía continuar ahí estaba su mano de poder que me daba nuevas fuerzas y me ayudaba a seguir caminando. En los días mas obscuros que he pasado en mi vida, donde oraba y no veía la salida, en medio de esa obscuridad, Dios estaba conmigo. Y se que estaba conmigo porque creo en su palabra.
Los tiempos de lucha pueden ser muy difíciles, pueden traernos dolor y angustia, ¡pero también pueden traernos muchas bendiciones!
Cuando oramos lo hacemos primero esperando que nuestra oración llegue a la presencia de Dios y que su oído este atento a nuestra petición. Si oramos es porque esperamos una respuesta y claro esperamos que Dios nos diga que si a nuestra petición. Dios no siempre va a decir si. Dios conoce todas las cosas aun nuestros pensamientos. Creo que Dios siempre escucha nuestras oraciones, pero no siempre nos va a contestar de acuerdo a nuestra voluntad. Solo El conoce el corazón del hombre y el que quiere honrar a Dios va a padecer de alguna manera. Podemos tener tantas cosas de las que necesitamos arrepentirnos y muchas otras cosas que necesitamos entregar a Dios.